Cuando una persona decide que quiere aprender a hacer ganchillo o a tejer amigurumis, aunque no sea consciente de ello, pone sus expectativas muy muy altas.
Y viene al taller pensando que tejerá todo, muy rápido y que estará chupado...
Ahí es cuando a mí me toca sinceramente bajárselas, pero animándola a continuar.
A encontrar su ritmo, a aceptar sus capacidades y habilidades, a compartir con ella sus frustaciones y guiarla para que traspase esa línea de querer seguir tejiendo luego en casa, sola.
Vengo a ser como maléfica y el hada madrina, todo en uno.
Pero lo cierto es que es en estos talleres donde más puedo enseñar mi manera de sentir el crochet.
Y siempre, siempre, siempre, acabo sorprendida de lo satisfechas que se ven cuando aprenden los puntos básicos y saben volver a hacerlos si les tiro de la hebra o de lo felices que son cuando ven su primer amigurumi acabado.
Es como volver a tejer por primera vez a través de ellas.
A aquellas tardes siendo pequeña con mi abuela.
Y luego saber que si miro hacia delante hay todo un camino de aprendizaje y esfuerzo, de querer más, de experimentar y de no detenerse nunca que también pueden vivir ellas.
Así que gracias a todas por regalarme de nuevo mi primera vez al compartir conmigo la vuestra ❤
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Nosotros nos veremos de nuevo pronto
porque las dos próximas citas de talleres están muy cerca:
11 de Marzo:
"Taller Amigurumi PRO: Técnicas avanzadas"
en Málaga, en El Surtidor de Ideas
18 de Marzo:
"Taller Amigurumi PRO: Caracterización de personajes"
¡Os iré informando!
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Muchas gracias a ti! Lo pasé genial, estoy deseando repetir! Besetes!
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